Lidherma presenta su nueva generación de protectores solares
Lidherma presenta su nueva generación de protectores solares ya que contienen una mayor proporción de filtros UVA, pantallas física y química, y antioxidantes para neutralizar los radicales libres que provocan envejecimiento prematuro.
Estos nuevos Protectores UVA Plus cumplen con la normativa vigente para todos los países del Mercosur.
Los nuevos protectores de Lidherma garantizan mayor protección, contienen múltiples filtros dermatológicamente testeados, son de amplio espectro (UVA/UVB), fotoestables y resistentes al agua, previenen el envejecimiento cutáneo, contienen Aceite de Argán, un poderoso antioxidante que protege la piel del daño que producen los RL y se presentan en vehículos que se distribuyen y adhieren a la piel de una manera óptima.
Nuevas fórmulas, más protección.
Protector Solar UVA Plus SPF 30 (emulsión): $ 140
Protector Solar UVA Plus SPF 30 color (emulsión): $ 122
Protector Solar UVA Plus SPF 30 (spray): $ 151
Protector Solar UVA Plus SPF 50 (emulsión): $ 164
Protector Solar UVA Plus SPF 50 color (emulsión): $ 146
Nota: Los productos Lidherma pueden ser adquiridos a través de profesionales de la estética en todo el país. Ingresá a www.lidherma.com y buscá al profesional más cerca de tu domicilio.
Dossier de Información:
A partir de la resolución del Mercosur 08/11, a través del ANMAT, se actualizó el Reglamento Técnico sobre protectores solares en cosméticos que establece los criterios para la clasificación del grado de protección solar (baja, media, alta) – Factor de Protección Solar (FPS); los métodos analíticos para la determinación del FPS y de la protección a la radiación UVA, para la resistencia al agua y los requisitos de rotulado simples para productos de protección solar.
¿Qué características deben tener los protectores solares?
La nueva normativa sobre protectores solares, que en la Argentina es supervisada por la Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología (ANMAT), plantea cambios tanto en lo que hace a las fórmulas como respecto de las etiquetas.
Para las fórmulas:
• El FPS mínimo debe ser 15
• El FPS para las radiaciones A debe ser, como mínimo, de ⅓ del FPS total. Es decir que un protector con FPS 30 deberá tener, al menos, 10 de protección UVA.
• La protección debe cubrir todo el rango de radiaciones UV, que es muy amplio.
· Las etiquetas, por su parte, tendrán que incluir las indicaciones para mantener la efectividad del producto:
o Modo y frecuencia de aplicación.
o Indicaciones de reaplicación: sudoración intensa, baños, barrido del producto con toalla, etc.
o Advertencias sobre la aplicación de una cantidad adecuada que garantice la protección.
o Advertencia de que el producto no protege contra la insolación.
o Obligatoriedad de la consulta médica en menores de 6 meses.
¿A qué se debe esta exigencia de la autoridad sanitaria?
Si bien ya casi nadie ignora los riesgos de exponerse al sol sin protección, que van desde la aparición prematura de arrugas hasta el incremento de probabilidades de contraer cáncer de piel, pasando por la irritación crónica, la flacidez y las alteraciones pigmentarias, hoy sabemos, además, que la radiación ultravioleta tiene un espectro muy amplio que depende de la longitud de onda de la energía radiante del sol, y que produce en la piel un daño acumulativo.
También sabemos que las radiaciones de tipo A son las que penetran más profundamente y por eso representan un mayor factor de riesgo de cáncer de piel, al punto que el 35% de los cánceres cutáneos pueden ser atribuidos a las RUVA.
Hasta el momento de la actualización en la normativa, no había regulaciones en cuanto a la proporción de filtros UVA y UVB que contenían los protectores solares, a condición de que el producto cumpliese con el SPF declarado. Sin embargo, el incremento de casos de cáncer de piel y melanoma, en consonancia con la confirmación del carácter agresivo de las RUVA determinó que la autoridad sanitaria fijase una nueva distribución de la proporción de filtros UVA y UVB, con un significativo incremento de los primeros.
-¿Qué es lo que motivó estas nuevas regulaciones?
Se trata de proteger la piel de un daño severo que es la FOTOCARCINOGENESIS. La exposición al sol aumenta la probabilidad de acumular el llamado fotodaño.
Para el consumidor es muy importante esta resolución ya que hace a la salud de su piel y a la prevención tanto del envejecimiento prematuro como a tener un cáncer de piel.
El punto a destacar es que en el envase cada producto deberá constar la Denominación de la Categoría de Protección (DCP) relativa a la protección ofrecida por un producto contra la radiación UVB y UVA para el rotulado de los Protectores Solares.
-¿Cuál es la fórmula que debe componer a un protector solar para ser eficaz?
De las radiaciones que emite el sol las de tipo A penetran más profundamente que las B. Por eso dentro de las fórmulas de los nuevos protectores debe haber como mínimo 1/3 de filtros anti UVA respecto a la protección total. O sea un protector FPS 30 debe tener 10 % de protección A.
-¿Cuál es la diferencia entre UVB y UVA?
La radiación ultravioleta (UV) es una forma de energía radiante que proviene del sol.
Las diversas formas de radiación se clasifican según la longitud de onda medida en nanómetros (nm), que equivale a un millonésimo de milímetro. Cuanto más corta sea la longitud de onda, mayor energía tendrá la radiación.
La mayor parte de la radiación ultravioleta que llega a la Tierra lo hace en las formas UV-C, UV-B y UV-A; Por suerte la radiación UV-C (la más perjudicial para la vida) no llega a la tierra al ser absorbida la capa de ozono de la atmósfera. Las UV-B y UV-A producen daño en la piel en forma acumulativa, siendo la UV-A de mayor penetración y daño más profundo.
Entre los daños que los rayos ultravioleta pueden provocar se incluyen el envejecimiento prematuro (fotoenvejecimiento), cáncer de piel, y todo tipo de manifestaciones adversas como:, irritación, arrugas, manchas o pérdida de elasticidad.
El factor de protección solar o índice de protección solar FPS indica el tiempo que un protector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel antes de llegar a ponerse colorada (eritema). Por ejemplo, una persona de piel clara que normalmente empieza a quemarse después de 10 minutos al sol, tardaría 15 veces ese tiempo con un SPF 15 (150 minutos o 2.5 horas).
-¿En qué momento debemos usar protección solar?
Para que la protección solar sea real, debe ser aplicada media hora antes de la exposición, en forma abundante y renovada cada dos horas o luego de cada inmersión en el agua.
Consejos útiles
· Usar sombreros y viseras y no olvidar los anteojos de sol con protección anti UV.
· Los días nublados protegerse de la misma manera que en los días de sol. Las nubes no son una barrera para los rayos del sol.
· Las superficies reflexivas (arena, nieve, cemento, agua) pueden potenciar la luz del sol y hacer que ésta sea más intensa.
· Si se está tomando alguna medicación, preguntar al médico sobre la posibilidad de que ésta sea fotosensibilizante, o sea de que pueda desarrollar una reacción tóxica ante el contacto con el sol.
· Proteger a los hijos. Todas estas recomendaciones también son para ellos, con el agravante de que en la infancia la piel es mucho más sensible. Bebés y chicos: Los niños hasta seis meses no deben ser expuestos al sol (ya que su sistema inmunológico no está preparado para recibir las radiaciones que el sol produce). A partir de los seis meses pueden usar protectores solares indicados por los pediatras, pero hasta el año están en un grupo de máximo riesgo.
· La exposición al sol debe ser gradual: la piel se debe acostumbrar a los rayos día a día, comenzando con 10 minutos hasta llegar a 40, que es la cantidad justa para permanecer al sol sin mayores riesgos.
· Quitar las impurezas de la piel para recibir los rayos del sol. Lo ideal es exfoliar el cuerpo y la cara con productos específicos y después usar una crema nutritiva. Esto debe hacerse cada 15 días, después de ducharse.
· Beber agua en abundancia antes, durante y después del sol.
· Si se está ingiriendo algún medicamento, consultar al médico antes de exponerse al sol.
· Los desodorantes y perfumes pueden causar reacciones alérgicas y manchas. Se deben evitar si se va a estar un tiempo considerable al sol.
· Consumir alimentos con betacaroteno (zanahoria, morrón, damasco), vitamina E (aceite de trigo, de maíz, porotos de soja) y vitamina C (cítricos). Estas sustancias son antioxidantes, no son protectores solares, pero mejoran la respuesta inmunológica de la piel.
· Después del sol colocar sobre las zonas expuestas una loción post solar o una crema hidratante con vitaminas A y E, colágeno y elastina.
Interesante e importante el tema de la consulta médica. La piel no es pavada y usamos tantas cosas que no podemos ni locas evitar esa visita al dermatólogo... Excelente info, muy buen post! La voy a aprovechar porque soy de madera con el tema SOL (vivo en un taper!!)
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